sábado, 30 de abril de 2011

Beatificación de Juan Pablo II y juanpablismo



DEFINICIONES. La canonización es la sentencia definitiva del Romano Pontífice, por la cual se declara solemnemente que un siervo de Dios goza de la gloria celestial y, por consiguiente, se recomienda a todos los fieles de la tierra el culto de dulía en su honor. En cambio, la beatificación es una sentencia auténtica, de carácter previo, declarando la santidad y la gloria de un siervo de Dios en orden tan sólo a un lugar particular, y de una manera restringida. Es lo que dicen...

NUESTRA ACTITUD. Coincidimos con Terzio dejando "...constancia de la obediente obsequiosidad con la que el que esto escribe acogerá/acatará al beato súbito (y al santo, si llega). Pero conste también que a los Santos en particular se les tiene devoción libre y concreta, sin obligación de encenderles velas a disgusto. Así que, supongo, al beato súbito le profesaré devoción global, sumaria, en el totum de la Communio Sanctorum."

JUANPABLISMO. Veremos y leeremos las manifestaciones del entusiasmo juanpablista en las formas más extravagantes. Una legión de papistas, papólatras, papanatas, obsecuentes, ignorantes, tontos, fatuos... dirán sandeces a granel. Que si venció al comunismo, que si fue un gran deportista, que si su obra de teatro fue la mejor de todas, que fue el más grande filósofo del siglo XX, que fue un gran comunicador...

DE SU TESTAMENTO, tomamos unas palabras:

"Doy las gracias a todos. A todos les pido perdón. Pido también oraciones para que la misericordia de Dios se muestre más grande que mi debilidad e indignidad."

"Expreso mi más profunda confianza en que, a pesar de toda mi debilidad, el Señor me conceda todas las gracias necesarias para afrontar, según su voluntad, cualquier tarea, prueba y sufrimiento que quiera pedir a su siervo, en el transcurso de la vida. Confío también en que no permita nunca que, a través de cualquier actitud mía: palabras, obras u omisiones, traicione mis obligaciones en esta santa Sede de Pedro."

ADDENDUM. Unas muestras de juanpablismo:

"que fue elegido Papa después de cuatro siglos de papas italianos y que fue el Papa más universal y más conocido de todos los tiempos" (Ramón Jaúregui)

"Una bomba teológica y sexual, un catecismo, mujeres sabias... Juan Pablo II, maestro del siglo XXI" (Pablo Ginés/La Razón)

"el mundo le debe su contribución a la caída del muro de Berlín" (Juan Luis Lorda, La Razón)

"Persona y acción es la obra cumbre del pensamiento filosófico de Karol Wojtyla y uno de los textos antropológicos decisivos del siglo XX. El modo genial en que concilia la filosofía del ser y de la conciencia, la fenomenología y el tomismo desde una perspectiva personalista, la convierten en una obra de referencia insoslayable". (Juan Manuel Burgos, Aceprensa)

y un poco de sentido común cristiano:

"no significa la reivindicación de su pontificado entero, ni pone un aval definitivo sobre el mismo, sino que afecta a la persona" (Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid)

46 comentarios:

Hermenegildo dijo...

Ciertamente, con motivo de la beatificación, se está viviendo en muchísimos católicos un fenómeno de histeria colectiva.
Muchos hablan maravillas de Juan Pablo II, pero, si analizamos sus palabras, ¡qué poca consistencia encontramos! Que si era simpático, que si tenía una voz bonita, que si tenía magnetismo, que se viajaba mucho, que si era un gran deportista... como si todo eso fuera suficiente para ser un buen papa o para ser canonizado.
Y conste que creo que Juan Pablo II está en el Cielo porque todo lo hizo de buena fe y murió purificado por la enfermedad. Ahora bien, no me gusta nada esta parafernalia, esta palabrería, esta precipitación me echa para atrás. ¡Cuántas presiones tiene que haber sufrido Benedicto XVI!

Longinus dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Longinus dijo...

Primer santo en la historia por aclamación popular...para consumo del populacho. Matando dos pájaros de una sola pedrada, legalizando de un plumazo las toneladas de heterodoxias que perpetró el turbomagno. Urgía canonizarlo ya, antes que se borren las imágenes de prensa y de televisión del subconsciente popular.
De mañana en más, será "fashionable" besar el Corán, judíos, musulmanes y cristianos "tendremos el mismo dios", se le da la luz verde a todos los Asises diocesanos, institucionalizando el ridículo, sacrílego y blasfemo sambódromo de religiones mundiales, de las cuales la católica será sólo UNA MAS.
Podremos acudir con toda la paz mental a consultar un shamán o médico brujo, recibir bendiciones de santones indios, hacer rituales paganos a la diosa Isis, etc., etc., sin ningún obstáculo. Nihil obstat. La hermenéutica de la ruptura se implanta con gancho más firme y la revolución acelera su paso....
Futuros campos de batalla: fin del celibato, sacerdocio femenino, misa híbrida, para destrozar la Santa Misa Tridentina, sin abandonar la novus ordo. Una misa novusordo con sabor latino. Ah, y dejan abierta la puerta para canonizaciones más escandalosas, como la de Maritáin, Ghandi, brother Roger taizé, Martin Luther y porqué no, Martin Luther King.

Martin Ellingham dijo...

De una web juanpablista:

"La «beatificación» no impone nada a nadie en la Iglesia. Pide, eso sí, el respeto que merece una decisión del Papa, y el que merece la piedad de los hermanos cristianos. Por esto la memoria de los beatos no se celebra universalmente en la Iglesia, sino solamente en los lugares donde hay motivo para hacerlo y se pide. Incluso en estos casos, excepto cuando se trata del fundador de una congregación, o de un patrono, o de la Iglesia donde está enterrado, la memoria es siempre libre y no obligatoria, para respetar el carácter propio de la beatificación."

Para no ser más juanpablistas que los juanpablistas... :)

Saludos.

Un ronin católico dijo...

Es así, Martin, y no hay vuelta de hoja. La diferencia entre beato y santo es que en uno se permite el culto particular y privado y en el otro se impone al culto universal de la Iglesia pues consta con certeza suficiente que está en la comunión de los santos. No pasa eso con el beato pues por algo se exige un segundo milagro confirmatorio una vez beatificado para ser canonizado.

Muchos de los más papistas que el papa creen que la devoción a los santos canonizados es libre como la que se da a los beatos. Incluso podemos leerlo en algún blog prestigioso. No lo es. Es obligada por la comunión de los santos y la misma Iglesia la impone según circustancias. Por ejemplo, nadie nos va a preguntar por el gusto devocional cuando se nos obliga a rezar la letanía de los santos en la liturgia o cuando manda celebrar su memoria y aún impone un día de fiesta obligatoria para todos los santos.

Eso no pasa con los beatos.

Anónimo dijo...

Ludovus dijo,

Lo peor es justamente que se destaca al beato for the bad reasons. Una estampita que me repartieron señala que hizo 120 viajes y logró un acercamiento con los judíos y el Islam. De su heroica vejez, de su muerte ejemplar, ni una palabra. Y es que al no saber ya que cosa sea la santidad, se elogia todo lo extraordinario y visible, lo cuantificable. Es como si se recordara a David por haber hecho el primer censo de Israel.

Un ronin católico dijo...

Y es que al no saber ya que cosa sea la santidad, se elogia todo lo extraordinario y visible, lo cuantificable

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Nil novum sub sole. Esto ha sido siempre endémico en las leyendas hagiográficas y la devoción popular a los santos.

Un ronin católico dijo...

Creo que es interesante la continuación del texto que traías, Martin porque se muestra la praxis que quiso recuperar Benedicto XVI tras el pontificado de Juan Pablo II en el que se dejó en desuso:

Durante la ceremonia de beatificación se promulga un auto apostólico, en el cual el Papa declara que el siervo de Dios debe ser venerado como uno de los beatos de la Iglesia. Tal veneración se limita, sin embargo, a una diócesis local, a una región determinada, a un país o a los miembros de una determinada orden religiosa. Pero la última meta –la canonización— le queda aún por alcanzar. El Papa simboliza este hecho al no oficiar personalmente en la solemne misa pontificia con que concluye la ceremonia de beatificación. Sólo oficia la de canonización que preside personalmente en la basílica de San Pedro, expresando con ello que la declaración de santidad se halla respaldada por la plena autoridad del pontificado.

A veces las circustancias pastorales hacen que el Papa acuda a la beatificación y la oficie. Esto hizo Benedicto XVI para el beato cardenal Newman. Pero no lo beatificó en Roma, sino en su diócesis.

El hecho de que el beato es un Papa y que la diócesis propia de un Papa es Roma y la beatificación se efectúa en la que es diócesis del Papa y por el Papa como obispo de Roma tiende a desvirtuar este símbolo y aparentar que hay un valor universal en la beatificación más allá del reconocimiento del culto local romano.

Para una información al día de los criterios que distinguen las ceremonias de beatificación y canonización aquí:

http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/csaints/documents/rc_con_csaints_doc_20050929_saraiva-martins-beatif_sp.html

Anónimo dijo...

Agradecería, por parte de Ludovicus y/o Martin Ellingham, una breve reseña crítica (no pido un post) de la obra 'Persona y acción'.

Si así gustan. Gracias.

Católico (uno más) dijo...

Seguramente la caída del comunismo europeo y soviético tiene que ver con Juan Pablo II, así como con los servicios de Estados Unidos, por supuesto, pero debe destacarse la resistencia que atizó o "habría atizado" JP II en Polonia (Lech Walesa, etc.).

Sin embargo, lo enervante de este pasatismo de elogiar tan estruendosamente a la "caída del comunismo" deja de lado que estamos yendo de lleno hacia un "Nuevo Orden Mundial", en el cual muchos de los aspectos culturales del comunismo están presentes, principalmente su anticristianismo. El NOM e más eficiente: diluye la verdad cristiana, y católica ni qué hablar, en el panteon caleidoscópico de la libertad religiosa masónica.

Eso es lo que (me) irrita:
¡Qué tanto festejar la caída del comunismo! ¡¿No ven la que se nos viene/estamos?!

No es contra JP II, precisamente, esto que digo, sino contra ese exitismo imbécil (cierto que pega con la estupidez neo-con -para preecisar a qué me refiero, véase el videíto que muestra Terzio de la preparación para las JMJ, que ahora me enteré que está patrocinada por bancos...).

Hasta el mismo JP II los c__ó a pedos a los polacos después de la caída del muro, cuando vió que estaban entrando en el libertinaje.

La realidad occidental de hoy no es el comunismo como se entendí, es la toma de la cultura. Caída del comunismo sí, reconocimiento de las "raíces cristianas" de Europa en su Constitución, por poner un caso, nooooo... (y no es muy difícil reconocerlo...).

Averígüese de dónde viene todo este vendaval de reingeniería social, proputos y lesbianas, proaborto, prohiperlivianización del sexo, prorelativización de la verdad -menos la de la "tolerancia"-. En fin.

Me parece que muchos de estos juanpablistas son unos giles...

Salutes

Favila dijo...

Me temo que atrincherarse en el carácter no infalible de la beatificación sólo es postergar el problema, y por poco tiempo. Porque no les quepa duda de que van a por la canonización en cuanto puedan. Ya pasó con J.M. Escriba: pronto hubo que abandonar el argumento.

Todo ello está teniendo consecuencias muy graves y más las vas a tener en un futuro. El mismo giro de Infocátolica (si es que ha habido tal giro) parte de ahí. Sólo por citar un detalle, ahora en Infocatólica ponen a Lucrecia ("la hija de Maciel") en primera plana como apologeta destacada del beato. Sin ningún rubor.

Un ronin católico dijo...

Eso es lo que (me) irrita:
¡Qué tanto festejar la caída del comunismo! ¡¿No ven la que se nos viene/estamos?!
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Tal como no se veía la que se venía encima en los años sesenta y setenta cuando se dieron a todo lo contrario y no se veía otra salida al mundo que el triunfo marxista.

Pero así es la historia.

Un ronin católico dijo...

Porque no les quepa duda de que van a por la canonización en cuanto puedan.
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Es obvio, para eso se presenta una causa y más cuando se admite y se llega a beato, pero decide Dios, que es el que ha de poner un milagro.

Si lo que se pretende es dudar del juicio de la Iglesia el problema ya es otro.

El Espectador dijo...

Cuando entró el rey a echar un vistazo a los comensales, reparó en uno que no iba vestido de fiesta y le dijo:-- Amigo, ¿ Cómo has entrado aquí sin traje de fiesta ?
El invitado no contestó palabra. Entonces el rey dijo a los camareros:
-- Atadlo de pies y manos y sacadlo afuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el apretar de dientes,(Mt 22,10-14).

La última palabra la tiene N.S. Jesucristo.

Un ronin católico dijo...

"pues, según ha explicado, el nuevo beato es patrono de la JMJ de Madrid y, además, una de las razones por las que se ha beatificado a Juan Pablo II es “por crear las Jornadas Mundiales de la Juventud”.

Infocatólica relatando palabras del director ejecutivo de la Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011. Con un par, contra la doctrina y disciplina vigente en la Iglesia sobre el culto a los beatos.

En fin. Sobran comentarios.

Walter E. Kurtz dijo...

"no significa la reivindicación de su pontificado entero, ni pone un aval definitivo sobre el mismo, sino que afecta a la persona" (Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid)

Este argumento lo he leído bastante en estos días proveniente de medios "conservadores". Pero, el problema, es que lo que se está beatificando (en camino a la canonización) es un Papa. Y, cuando canoniza, la Iglesia pone a dicho santo como ejemplo. En este caso "la persona" fue sucesivamente presbítero-obispo-Papa, y no como algo accesorio (el sacerdote católico no es, como en el caso de los ministros protestantes, alguien que "trabaja de"), sino como algo constitutivo, esencial, puesto que lo que se está canonizando es un pontificado.

Anónimo dijo...

Hago la pregunta que le hicieron a Mons. Fellay (si no me equivoco) en en una entrevista: Si es santo ¿cómo puede Dios permitir un milagro que lo avale?
He leído por ahí sobre la monja beneficiada con el milagro, primero que no habría estado enferma (lo cual me parece una canallada) y segundo que no se habría curado o que habría vuelto la enfermedad (otra canallada). Pues ayer se la veía perfectísimamente de salud. ¿Entonces?

El descreído, nuevamente

Un ronin católico dijo...

Ciertamente la glorificación que da la canonización a alguien es algo personal y que en nada supone una reivindicación de obras determinadas. Aunque normalmente se entienda que es ejemplar en ellas pues el proceso habrá mirado la vida de virtudes heroicas del candidato en su vida cotidiana para darle curso.

En el caso en que se propone a un sacerdote, es su vida sacerdotal la que se propone como ejemplo y eso es independiente en cierta manera del cargo que desempeñe en su sacerdocio. Como pueda separarse la ejemplaridad en un obispo de las obras ejercidas como obispo de Roma y Sumo Pontífice por esa misma persona es cuestión ardua para cualquiera.

Un ronin católico dijo...

Si es santo ¿cómo puede Dios permitir un milagro que lo avale?
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Según la Santa Sede:

La canonización es la suprema glorificación por parte de la Iglesia de un siervo de Dios elevado al honor de los altares, mediante un decreto, definitivo y preceptivo para toda la Iglesia, comprometiendo el magisterio solemne del Romano Pontífice.

...

En cambio, la beatificación consiste en la concesión del culto público por medio de un indulto, limitado a un siervo de Dios, cuyas virtudes en grado heroico, o cuyo martirio, hayan sido debidamente reconocidos


http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/csaints/documents/rc_con_csaints_doc_20050929_saraiva-martins-beatif_sp.html

O sea, que el indulto limitado, para el que se requiere un milagro, no deja de ser limitado y para nada compromete el magisterio solemne del Sumo Pontífice de modo definitivo.

Por eso se pedirá ahora un segundo milagro para ser canonizado. Y caso de concederse por Dios, pues habrá que someterse al juicio definitivo de la Iglesia que entiende que es voluntad de Dios la canonización de tal persona.

Anónimo dijo...

Perdón. Donde dice "Si es santo ¿cómo puede Dios permitir un milagro que lo avale?" debía decir "Si NO es santo ¿cómo puede Dios permitir un milagro que lo avale?"

Anónimo dijo...

Coronel Kurtz:

Creo que Terzio da en el clavo: "Habrá que reconsiderar, como en estos dias se ha insistido, persona y obra, el sacerdote y el Papa, el anciano sufriente y el Pontífice Romano. Y distinguir, y separar, y deslindar. Y no comulgar con todo lo del Beato Juan Pablo como no se admiran ejemplares las negaciones de San Pedro, la cobardía de los Apóstoles, o las dudas de Stº Tomás. Entiéndaseme. Quiero decir que podemos admirar sin titubeos y venerar reverentemente al anciano sacerdote abnegado, orante, abrazado a la cruz del dolor y anclado en la esperanza de la Gloria; pero no es asumible el Papa de Asís, ni tampoco algunos otros momentos del Beato Juan Pablo."

Anónimo dijo...

Descreído:

No se entiende su pregunta.

Escéptico.

Anónimo dijo...

Si para ser declarado beato y luego santo es necesario que se acredite algún milagro. Y si los milagros son hechos por Dios, por intercesión de los santos, entonces, significa que la existencia del milagro avala la declaración que se hace de que una persona es beata o santa. Por tanto, pregunto (sin ninguna malicia, aclaro por las dudas) a los que discuten la santidad del Papa JPII, si no es santo ¿cómo Dios permite un milagro que lo avala como tal?

¿Se entiende ahora?

El descreído

Walter E. Kurtz dijo...

Estimado Descreído: También los sacerdotes del Faraón hicieron milagros...

Anónimo dijo...

Consta que en algunos casos los papas han dispensado del requisito del milagro.

Anónimo dijo...

Coronel

Lea bien su Biblia. Los sacerdotes del Faraón no hicieron milagros. Hicieron trucos, que no es lo mismo.

Además me parece que se está rebajando con esa comparación. Discuta en serio.

El descreído pertinaz

Walter E. Kurtz dijo...

Descreído: ¿Ud. me quiere decir que todo suceso preternatural viene de Dios? Bueno, lea Ud. bien su biblia.

Lo que quiero decir es que el milagro no es la única condición para beatificar / canonizar a un candidato. Y ni siquiera es la más importante puesto que, como le dicen, a veces ha sido obviada.

Anónimo dijo...

Los milagros no son pruebas directas de la santidad. Dios ha hecho milagros mediante la supuesta intercesión de santos dudosos o inexistentes. La confianza en la intercesión de los santos no es sino una forma de la confianza en Dios.

Anónimo dijo...

Ludovicus dijo,

es obvio que el dictamen que hacen los médicos sobre el milagro no es infalible, se limita a constatar su inexplicabilidad científica conforme el ordinario acontecer de las cosas.
Pretender más es excederse en el orden del conocimiento.

Anónimo dijo...

¿Dios no puede permitir que el Diablo dirija a los médicos a la descripción de una "inexplicabilidad científica conforme el ordinario acontecer de las cosas" que, en realidad, no sea tan inexplicable "conforme el ordinario acontecer de las cosas"?

Anónimo dijo...

Ludovicus dijo,

También plantearse esas hipótesis exceden el orden normal del conocimiento. Dios puede permitir muchas cosas, como el error humano o las pasiones. Prefiero usar la navaja de Occam a estar viendo diablos en cada oficina de la Curia

Anónimo dijo...

No se trata de ver "diablos en cada oficina de la Curia" sino de ver y reflexionar cuáles son las conductas de las personas que trabajan en las oficinas de la Curia.

No hace falta que el Diablo remede milagros. Ya hay quien está dispuesto a echarle una mano.

De otra forma, ¿cómo interpretar el silencio de la Curia ante los abusos sexuales del clero durante medio siglo?

El caso italiano no es el único, pero sí el más silenciado.

http://www.traditioninaction.org/HotTopics/a01t_PedophiliaItaly.html

http://www.traditioninaction.org/bev/101bev08-28-2008.htm

Martin Ellingham dijo...

Sergei:

Los sacerdotes de la FSSPX no tienen facultades porque el c. 1383 establece que quien recibe la ordenación sacerdotal sin las legítimas dimisorias "queda ipso facto suspendido en el orden que recibió". No pueden administrar los sacramentos lícitamente (salvo lo dispuesto en el c. 1335) por efecto de la suspensión/no incardinación, no por estar fuera de la Iglesia, que no lo están de acuerdo con la Santa Sede.

En cuanto a la invalidez de las confesiones hay una regla y unas excepciones (que suplen en la mayoría de los casos, porque el común de los fieles ignora la carencia de facultades). Sobre los matrimonios, el protocolo de acuerdo de 1988 preveía la posible sanación in radice.

No confundir sacerdote vago/suspenso con sacerdote cismático.

Saludos.

Walter E. Kurtz dijo...

Miren este titular: Sigue rompiendo récords después de muerto.

El problema no es tanto la persona de Juan Pablo II, el problema (serio) es el juampablismo. La "parroquia de la ortodoxia infantil" de que hablaba Castellani elevada a la enésima potencia de optimismo naive.

Longinus dijo...

No puedo creer que hayan convertido a la Iglesia católica en un bodrio televisivo en "Sábado gigante" , que les toca como diversión a lo más iletrado de la sociedad hispanoamericana. Un momento carismático del beato Wojtyla, la necesidad imperante de un estallido de júbilo para sentirse realizados y "devotos", un veneno pentecostal insuflado en el seno de la madre Iglesia.
En cuanto a los récords que rompió JP-2, puedo fácilmente recordar 4: número de abusos sexuales encubiertos, número de iglesias cerradas, caída de vocaciones y número de católicos convertidos en protestantes.

Un ronin católico dijo...

Se obvian milagros en algunos procesos, a saber:

Los de martirio. El milagro es sufrir el martirio con caridad cristiana.

Aquellos en los que consta suficientemente la fama de milagroso del candidato. Es sobre todo en procesos donde sería muy difícil recopilar fuentes fidedignas sobre un milagro concreto. Por ejemplo: tierras de misión.

Un ronin católico dijo...

Una vez beatificados, con las nuevas normas no se eximirá a nadie del milagro cumplido después de la beatificación para la canonización.

El asunto de las canonizaciones va más por el tema de la certeza histórica en el proceso tras la cual se presta al milagro como parte de la acción de Dios en la historia. ¿Qué base fue la que se usó para revisar y depurar el santoral tras el concilio?

Anónimo dijo...

Me quedo con dos cositas que leí:
1- El ceremoniero polaco de JPII que estaba el domingo a la derecha de Benedicto cuenta en una entrevista que, apenas elegido Papa, JPII preguntó a sus colaboradores más cercanos ¿Qué es lo más importante para un Papa? Le sugirieron temas políticos y religiosos, comunismo, ecumenismo, etc. Y JPII les dijo: "Lo más importante para un Papa es la oración".
2- Corroborando lo anterior, otra nota a su secretario sobre el día del atentado cuenta que al llegar a la clínica se desmayó y se despertó luego de la operación que había durado 5 horas. ¿Cuáles fueron sus primeras palabras?: "¿Hemos rezado las Completas?"

Pippin
Ni juanpablista ni antijuanpablista

Anónimo dijo...

Ludovicus dijo,

Es así, Coronel: el problema es el juanpablismo en lo que tiene de moderno, mundano, epidérmico y plebeyo. Parafraseando a Piccolomini, querrían que el lema fuera "Aceptar a Eneas, rechazad a Pío".

Anónimo dijo...

Coronel: no he querido decir que todo lo preternatural viene de Dios. Conozco que los ángeles, buenos y malos, también actúan.
Simplemente pedía una argumentación acerca de la realización de un milagro justificando o avalando la santidad de alguien. En lugar de argumentos, se han dedicado a dudar, ¿Y si el diablo... ? ¿Y si los médicos...? Con ese criterio no hay que creer en nada. No digo que hay que ser crédulo. Pero la duda debe tener un límite. Si los médicos y las personas cercanas e involucradas dicen que la monja estaba enferma y que luego de rezar a JPII está sana... me parece que no hay que buscarle la quinta pata al gato. Sólo eso.
Pero el antijuanpablismo parece tan idiotizante como el juanpablismo.

El descreído crédulo

Un ronin católico dijo...

Pero el antijuanpablismo parece tan idiotizante como el juanpablismo.

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That's the question. El problema es que preguntado uno a uno todas las conciencias de ambos lados afirmarán estar en una justa apreciación del asunto.

Y Juan Pablo pregunta: ¿Han rezado ya las completas?

Así es la historia.

Anónimo dijo...

El asunto que creo que se está ventilando aquí no es si Karol Wojtyla disfruta o no de la visión beatífica.

De lo que aquí se está tratando es de si se deben aceptar como modélicas las iniciativas de Juan Pablo II durante su papado.

Puede que en otras épocas históricas la beatificación de un Papa no haya llevado aparejada la la beatificación de sus iniciativas papales.

Sin embargo, en las presentes cicunstancias históricas, tal y como todos podemos comprobar por experiencia propia, la beatificación de Karol Wojtyla supone necesariamente la del papado de Juan Pablo II.

Quizá por eso todo el mundo habla del beato Juan Pablo II, pero nadie habla beato Karol Wojtyla.

Quizá también por eso resultan tan falsas las palabras de mons. Ricardo Blázquez citadas.

Walter E. Kurtz dijo...

Ronin: No sólo los de martirio. No se olvide de Santo Tomás de Aquino... que no fue mártir.

Lo que se "depuró" no fue el santoral sino el calendario por varios motivos. Uno sí fue la duda sobre la realidad de la existencia de determinados santos (aunque hubiese sido preferible aplicar el principio de "in dubio pro traditio", puesto que tampoco puede comprobarse su inexistencia).

Pero en otros casos fue consecuencia del mayor peso que se le dieron a los tiempos litúrgicos buscando eliminar las fiestas de santos en Cuaresma, Pascua, Adviento y Navidad. En el caso de los santos más importantes, se trasladó su fiesta al tiempo ordinario (por ej. Santo Tomás de Aquino); en los otros casos se eliminó la fiesta y se dejó a arbitrio de los obispos decidir para su diócesis.

Sí pasó con los "santos populares" que fueron "degradados" (digamoslo así) a beatos; aunque se le suele dar culto similar al de santo canonizado pero dentro de ciertos límites, especialmente si, de por medio, hay patronazgos, fiestas populares, etc.

Walter E. Kurtz dijo...

Descreído: En ningún lugar hablé yo del diablo, los médicos, etc.

Como dice el anónimo del 3 de mayo de 2011 a las 18:21, el problema no es si Karol Wojtyla goza o no de la visión beatífica (personalmente yo creo que sí).

Sino que, en todo caso, sostenemos el derecho a debatir --sin ser tildado de "filo-lefebvrista"-- la oportunidad y conveniencia de su beatificación / canonización, dado el carácter ejemplar de aquellos santos que son elevados a los altares por la Iglesia. En este caso, además, sucede que el proceso de canonización deja muchas dudas en cuanto a los apuros, especialmente teniendo en cuenta que no estamos ante un taumaturgo popular como San Antonio de Padua, sino de un Papa algunas de cuyas acciones y omisiones causaron escándalo y perplejidad.

Anónimo dijo...

Ludovicus dijo,

Y es que lo más desasosegante de todo es el juanpablismo, no la causa de Juan Pablo. Uno lee razonamientos muy parecidos a los empleados en el culto de la personalidad de los Estados totalitarios del siglo XX. Esto es grave, porque implica una deformación profunda de la verdadera santidad.

Es inevitable que en un siglo de culto a la personalidad algunos no distingan la diferencia entre latría y dulía, entre santidad y popularidad, entre la técnica moderna de propaganda y la acción secreta del Espíritu.

Leo a quienes suman cifras de fieles (tantos millones cuando asumió, tantos cuando murio: cuatrocientos millones más de católicos!), cuentan los kilometros recorridos, hablan de adhesión universal; algunos encuentran mérito sobrenatural incluso en escaparse para esquiar; hay quien lo proclama luminaria filosófica y teológica del siglo; "bomba teológica y sexual"; luminaria del deporte; trabajador infatigable, político genial, hombre renacentista, etcetera.

Me perdonarán, pero esta clase de elogios me son familiares, y no en la Iglesia Catolica.

Es el viejo mito del "Hombre Completo", el de Mao batiendo records de natación, Stalin escribiendo su Linguistica General y hablando de las teorías de Lisenko, Hitler dictando las normas a aplicar por la judicatura alemana.

Me parece que estos juanpablistas se han equivocado de persona y de "partido", habrían estado mejor en el estalinismo.

Anónimo dijo...

PEDRO HISPANO dice:

MARTIN: nada que decir sobre su comentario del 2 de mayo salvo añadir algo que en la actual circunstancia me parece obligado tener en cuenta para valorar los hechos a que Vd. alude. Hechos en los que, sin negar la importancia del Derecho canónico, están en juego realidades que aún lo son más como es la Fe tan poco defendida, en el mejor de los casos, por multitud de instancias oficiales que, eso sí, actúan con todos los papeles en regla. 1) Las normas canónicas en la actualidad no tienen de hecho aplicación práctica más que para los tradicionalistas, conservadores, etc…Vd sabrá sin duda que el Cardenal-Arzobispo de Barcelona ha mantenido durante meses en su puesto a un párroco que se jactaba de haber pagado abortos y que su homónimo de Madrid hoy es el dia que hace lo mismo con el equipo parroquial de San Carlos Borromeo (Entrevías) donde las profanaciones de la Eucaristía son la práctica habitual. Y podríamos seguir con la Universidad Notre Dame que conserva el título de católica después de conceder el doctorado honoris causa al abortista Obama. O del arzobispo Fisichella al que se le crea nada menos que un nuevo dicasterio en el Vaticano después de haber desautorizado al arzobispo de Recife desde las páginas del Osservatore Romano, etc, etc, etc…2) Siendo esto así parece que una de las primeras preocupaciones de todo canonista que se precie debería ser el denunciar esta situación en la que lo que manda no es el Derecho canónico sino la ley del embudo. 3) Y, teniendo en cuenta que la Fe se está disolviendo como un azucarillo en el café, extremar todos los recursos canónicos posibles para que los fieles, que con tanta frecuencia se ven en estado de necesidad, puedan acudir con tranquila conciencia a sacerdotes, que válidamente están ordenados y, sobre todo, tienen Fe, para asegurar su vida espiritual especialmente en el Sacramento de la Penitencia.